jueves, 29 de agosto de 2013

Encontrarse con los alumnos

Creo que, independientemente de la etapa en la que trabajemos, encontrarnos con los alumnos fuera del centro de estudios es una de las experiencias más peculiares por las que tenemos que pasar docentes y pupilos.

Acabo de ver a David con sus papás en el centro comercial. 

En un primer momento he dudado sobre si acercarme a ellos o no, porque el peque se encontraba en plena rabieta y no quería parecer impertinente. Podría haber pasado de largo sin que ellos se dieran cuenta, pero finalmente me decidí a saludarles.

Los adultos nos hemos dado dos besos y hemos charlado sobre las vacaciones y los logros que el niño ha ido consiguiendo durante el verano (ya va sin pañal y habla un montón). La verdad, ha resultado muy agradable ver a su mamá interarse por todas nosotras.

Pero lo mejor de todo en estos casos suele ser la reacción del pequeño.

En este caso, David no es que se haya sentido muy intimidado porque a sus dos añitos esta hecho todo un bichejo, pero en la mayoría de los casos se quedan tan sorprendidos que su boca no articula palabra alguna y sus ojos parecen exclamar a gritos:

 "¿Pero se puede saber qué diantres haces fuera del cole?"

2 comentarios:

amelche dijo...

Sí, es curioso lo de encontrarnos con alumnos fuera de clase. En mi caso, como son adolescentes, más todavía, porque "cotillean" con quién voy o no voy, etc.

Un abrazo.

Perséfone dijo...

amelche: Y que lo digas. En nuestro caso los que cotorrean son los padres. Algunos con bastante maldad, por cierto.

Muchísimas gracias por tu comentario.

Un abrazo.